IROSO (4) nace en OJUANI (11) su contraparte es OJUANI (11).

Herencia. Tiene que recibir o debe algún dinero. Cuídese de una trampa. Engaño, intranquilidad, hipocresía, envidia, falsedad, chismes. Enfermo en la familia. No confíe su secreto a nadie. Prisión o desesperación. Trampa en papeles. Usted tiene una marca en su cuerpo ya sea lunar o herida.

No cruce el mar sin preguntárselo a sus santos. Usted tiene vecino pendenciero que todo lo quiere ver. Nadie sabe lo que hay en la profundidad del mar, solo el mar y Dios lo saben. Nadie sabe lo que usted piensa, solo Dios y usted lo saben. Cuídese de la candela y de la electricidad. Usted le tiene miedo a los truenos. Cuídese el cerebro, la vista, el estomago, no vaya a padecer de ulcera cancerosa.

No brinque hoyo. Con el tiempo tiene que recibir a Olokun. Su Elegguá tiene que tener corona, si no la tiene, póngasela. No se vista igual a nadie. No diga que usted sabe aunque sepa, porque tiene muchos ojos malos encima. Tiene que hacerse santo, si no lo tiene hecho; si lo tiene hecho, tiene que recibir a Olokun y a los Ibellis. Si tiene hijos, tiene que hacerle santo al mayor para que no se le pierda. Usted es buena, pero un poco alocada y por su situación económica hoy tiene un real y mañana no tiene nada, pero pasado tendrá.

En su casa no puede haber hoyos ni asientos sin fondo. Las botellas y los hoyos deben ser tapados. No debe renegar. La letra es propiamente de Olokun y predomina también en ella Aggayu. Elegguá hay momentos que lo esta acariciando a usted y en otros lo tira a la candela. Pertenece a Olokun, porque es la profundidad del mar y de los sentimientos humanos.

Hablan en este Odu: Orunmila, Olokun, Shangó, Dadá Bañani, Yewá, Elegguá, Oshosi, Yemayá, Obbatalá, Aggayú y los Ibeyis.
Marca recibir Olokun, Elegguá, Osun, Iroko y Dadá. Olokun urge en Iroso-Oddí (4-7). El Babalosha debe recibir Dadá y Osun de su tamaño. Letra propia de Olokun y predomina Aggayú.

Patakí

Un hombre fue enviado a gobernar un país. El hombre invitó a sus vecinos a un convite, en el que sirvió las peores comidas y bebidas que encontró. Durante el convite todos comieron y bebieron sin muestras de disgusto, pero cuando se retiraron comenzaron a murmurar, y a manifestar su descontento. Así, el hombre supo que no eran amigos, a pesar de que participaban de lo suyo.

Refranes:

Nadie sabe lo que hay en el fondo del mar.

Nadie sabe lo que usted piensa, solo Dios y usted.

Si nuestros sacrificios no llenan una cesta, las bendiciones que recibamos no llenarán una copa.