Signo 9-3.

El refrán de Osa Oggunda dice:

Amarre el barco para que no se vaya a pique.

En Osa Oggunda te aconsejan:

Oshún, Oyá, Elegguá, Aggayú, Obbatalá, Obba, Odduduwa, Eggun, Oggún, San Lázaro, Yewá, Oke.

Entorno actual de Osa Oggunda:

Usted tiene una guerra que desea terminar, y eso le hace pasar amarguras porque no sabe como terminarla.

Patakí. Donde Oyá dejo de comer carnero.

En este camino Oyá era la dueña del mercado y vivía enamorada de Shangó pero no lograba sus favores. Resulto que un día estando Oyá en la selva, pues ella cazaba, vio un hermoso búfalo negro y observo con sorpresa que el búfalo se quitaba la piel. cuando él se fue, ella se la robo y se la llevo para su mercado, al otro día cuando Shangó se fue a buscar su piel, vio que no estaba allí, desesperado buscándola por el rastro llego al mercado, allí encontró a Oyá y esta le dijo que la pidió, pero ella le dijo que no quería sus favores antes de dársela y que volviera con ella, el acepto pero con la condición de no revelar su secreto.

Ella acepto y con ese acuerdo comenzaron a verse y tuvieron los Ibeyis. Oggún que era enemigo de Shangó por medio de Yemayá que era hermana de Oyá, obtuvo el secreto y comenzó a regarlo a los 4 vientos, que Shangó era agodoma kulenkuoe (el búfalo joven).
Shangó al ver su secreto en público, cogió su disfraz se lo puso, y salió al bosque a buscar a Oyá, esta había ido a casa de Orunmila, que le hizo osodde y le marcó ebbó. Oyá no lo hizo y se fue a pastar su rebaño de ovejas que tenia para comer. entonces Shangó en su búsqueda se encontró con Oggún, combatieron y en el combate Oggún le arranco un tarro que lo guardo como trofeo, (por eso es que el Oggue de Oggún es de un solo tarro), pero como la magia del disfraz hacia crecer los tarros, enseguida lo tuvo de nuevo.

Shangó dejo Oggún y siguió buscando a Oyá hasta que la encontró con los abo y los Ibeyis, se lanzo para embestirla y Oyá al ver a agodoma lo comprendió todo, y sabiéndose perdida cogió a los Ibeyis y le lanzo abo a Shangó, el cual enfurecido se los iba comiendo y cuando los probo y le gusto y se quedo con todo lo de Oyá para siempre. De esa manera Oyá renunciaba a su comida para así salvar se y salvar a sus hijos, se volvió Yansa (el remolino) y cogió a los Ibeyis los saco de allí y se los entrego a Olofi.