Signo 10-3.
El refrán de Ofun Oggunda dice:
El que mucho quiere saber, mucho quiere contar.
En Ofun Oggunda te aconsejan:
Elegguá, Obbatalá, Ozaín, Odduduwa, Eggun, Oggún, Yewá, Obbatalá, Oshún, Nana Burukú, Babalú ayé.
Entorno actual de Ofun Oggunda:
Usted siente que sus cosas se le están paralizando y que ha ido perdiendo posición, dinero y salud.
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Patakí. El loro y el elefante.
Erase un loro y un elefante que habían logrado hacer una gran amistad, cierto día el elefante se fue de visita a casa de su amigo el loro y encontró con gran sorpresa suya que el ave parlanchina se sostenía sobre una de sus patas. el elefante lleno de curiosidad le pregunta cuál fue la causa de su desgracia a lo que el loro con mucha ironía le dice que sus hijos se la habían llevado al bosque porque era un talismán infalible para que la caza fuera abundante y buena.
de regreso a su selva el elefante convocando a sus hijos les hablo así : mirar desde hoy nuestra hambre concluirá para siempre. He visitado a mi amigo el loro quien me ha descubierto el medio de alcanzar cuantas viandas necesitamos sin necesidad de grandes esfuerzos. Cortareis una de mis patas para llevarla con vosotros al bosque en busca de comida, ese será nuestro talismán.
Alarmados sin saber que pensar de su padre, el viejo elefante, los hijos se negaron a cumplir tan cruel orden, pero este que estaba resuelto a seguir el ejemplo de su amigo el loro, los amenazo con terribles castigos si no obedecían. Con el dolor que se supone los elefantes que eran buenos hijos no tuvieron más remedio que privar al infeliz elefante de una de sus patas.
Con la pata sobre sus hombros salen los pequeños elefantes en busca de comida, sin saber como arreglárselas para que aquel inútil miembro les sirviera de talismán. cansados sin esperanza decidieron volver a casa sin haber conseguido nada de provecho con aquella pata que no hizo más que estorbarles, pero su terror no tuvo limites cuando llegados a ella encontraron al padre que acababa de morir entre horribles dolores.
Con lamentos y llores acompañados de otros elefantes amigos que habían llegado de vecinos al bosque fue enterrado el inocente padre al pie de un árbol que en muchas ocasiones dio cobijo a su descanso. intrigados los hijo por la historia que su difunto padre les había contado y fue causa de su desgracia, acordaron visitar al famoso loro a quien encontraron canturriando en una de las ramas de su frondosa vivienda, pero cuál no sería su asombro al ver al loro presumiendo pasear con sus dos patas y no con una como les había dicho su padre.
Para salir de dudas el mayor de los hijos, dirigiéndose al loro parlotero le hablo de esta manera, como es amigo loro que tenéis dos patas cuando nuestro padre tu amigo el elefante no dijo que te habéis quitado una porque era un talismán precioso para la caza. los aleteos y carcajadas del loro dejaron a los pobres elefantes en el desconcierto, hasta que acabada su paciencia les contesto: pero amigos oísteis alguna vez una cosa semejante, pudiera ser posible vuestro padre ha sido víctima de la inexperiencia y la infantilidad que os caracteriza, a pesar de ser los más grandes de todos los animales.