Signo 8-6.
El refrán de Eyeunle Obbara dice:
Rey muerto, príncipe coronado.
En Eyeunle Obbara te aconsejan:
Oshún, Orunla, Elegguá, Obbatalá, Obba, Nana Buruku, Odduduwa, Ikú, Yemayá, Shangó, Oke, Obbatalá, Olókun, Inle, Iroko, Otá olé, Ibeyis, Oyá, Ozaín, Eshu, Oggún, Babalú Ayé.
Entorno actual de Eyeunle Obbara:
Hay traiciones y falta con mayores. En iré limpio con el santo en osogbo se produce sus males. Usted quiere una ayuda porque algo está terminando en su mundo.
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Patakí. Los eternos adoradores de Obbatalá.
Cierta vez Obbatalá quería saber quiénes eran sus eternos adoradores y creyentes parciales e imparciales, entonces fue a casa de Orunmila quien le vio este Ifá y le marco ebbó y hacer una obra a la ma8ana siguiente. Temprano en la mañana Obbatalá puso en el quicio de su puerta 21 awadó y les dio eyebale de akuko y lanzo a la calle la voz de que lo habían matado. Olufon al enterarse de aquello, de la sorpresa y el dolor se convirtió en una otá. El primero en llegar a la casa de Obbatalá fue eyele, el segundo la etu, el tercero Elegba, el cuarto Oggún, el quinto Oshosi y el sexto Osun.
Cerro la noche y mas nadie fue a interesarse si Obbatalá estaba vivo o muerto. este dice entonces: Olufon es mi eterno adorador, pues Orisha por mí, eyele fuiste la primera que llegaste a mi casa, serás el símbolo mío en la tierra; etu fuiste la segunda, serás la que oriente el bien que me pidan; Elegba, seguirás detrás de la puerta y comerás antes que yo; Oggún, Oshosis y Osun también vinieron con Elegba y comerán antes que yo buscando una partida de comprensión; todos ustedes serán mi apoyo. To iban Eshu. Así Obbatalá pudo hallar su defensa eterna.
Patakí. Cuando aconsejaron al rey matar a su hijo para salvarse.
Una vez los adivinos le aconsejaron al rey que para salvarse y salvar a su pueblo tenía que sacrificar a su hijo, y tanto insistieron que el rey consintió. Cuando se acercaba la fecha del sacrificio todos fueron a ver y entre la comitiva se encontraba Orunmila. Al llegar al lugar del sacrificio se oyó que un preso cantaba que como siendo hijo del rey lo iban a degollar. Orunmila oyendo esto ordeno que le trajeran al preso y este le conto lo sucedido; Orunmila fue a ver al rey y le pregunto qué cosa le sucedía, el rey le conto que los babalawos le aconsejaron sacrificar a su hijo; entonces Orunmila le dijo, pero este era abo, no su hijo.
Orunmila llamo a los adivinos y todos tuvieron que convenir que el primogénito era abo, no el hijo del rey y entonces soltaron al hijo del rey y sacrificaron a abo.
Nota: Al que le salga esta letra tiene que darle un carnero a Shangó para que este le salve de la muerte.